Conocimiento y educación-Sri Nisargadatta Maharaj
Int: Uno necesita conocimiento, educación.
Mah: Para tratar con las cosas se necesita el conocimiento de las cosas. Para tratar con las gentes, usted necesita agudeza, simpatía. Para tratar con usted mismo usted no necesita nada. Sea lo que usted es: ser consciente, y no se aparte de usted mismo.
Int: La educación universitaria es sumamente útil.
Mah: Sin duda, le ayuda a usted a ganarse la vida. Pero no le enseña a usted cómo vivir.
Ninguna universidad le enseñará a usted cómo vivir de modo que cuando llegue el tiempo de morir, usted pueda decir: yo he vivido bien, no necesito vivir de nuevo. La mayoría de nosotros muere deseando poder vivir de nuevo. Son tantos los errores cometidos, tanto lo que queda por hacer. La mayoría de las gentes vegetan, pero no viven. Meramente acumulan experiencia y enriquecen su memoria. Pero la experiencia es la negación de la Realidad, que no es ni sensorial ni conceptual, ni del cuerpo, ni de la mente, aunque incluye y trasciende a ambos.
Int: Pero la experiencia es sumamente útil. Por la experiencia usted aprende a no tocar una llama.
Mah: Ya le he dicho a usted que el conocimiento es muy útil para tratar con las cosas. Pero el conocimiento no le dice a usted cómo tratar con las gentes y con usted mismo, cómo vivir una vida. Nosotros no estamos hablando de conducir un coche, o de ganar dinero. Para esto usted necesita experiencia. Pero para ser una luz para usted mismo, el conocimiento material no le ayudará. Usted necesita algo mucho más íntimo y más profundo que el conocimiento mediato, para ser su sí mismo en el verdadero sentido de la palabra. Su vida exterior carece de importancia.
Usted puede devenir una noche un sereno y vivir felizmente. Es lo que usted es interiormente lo que importa. Su paz y su dicha interiores tiene usted que ganarlas. Es mucho más difícil que ganar dinero. Ninguna universidad puede enseñarle a usted a ser usted mismo. La única manera de aprender es por la práctica.
Justamente ahora comience a ser usted mismo. Deseche todo lo que usted no es y profundice siempre cada vez más. Lo mismo que un hombre que cava un pozo desecha lo que no es agua, hasta que alcanza la capa acuífera, así también usted debe desechar lo que no es suyo propio, hasta que no queda nada que usted pueda desechar. Usted encontrará que lo que queda no es nada a lo que la mente pueda aferrarse. Usted no es ni siquiera un ser humano. Usted simplemente es —un punto de presenciación, coextensivo con el tiempo y el espacio y más allá de ambos, la causa última, ella misma incausada. Si usted me pregunta: ¿quién es usted? Mi respuesta sería: nada en particular. Sin embargo, yo soy.
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