Tratar con Personas Odiosas :el sexto de los Ocho Sufrimientos





El sexto de los Ocho Sufrimientos es “sufrir por encontrarse con alguien a quien uno odia”.
Supongo que no hay nadie que, desde que nació hasta el presente, no haya tenido a alguien a quien odiara o con quien estuviera resentido. Si por lo menos hubo un maestro al que no quisimos entre quienes nos instruyeron en la escuela, seguramente esto fue casi insoportable.

Generalmente hay una o dos personas entre nuestros conocidos, entre nuestros mayores o entre nuestros vecinos y parientes a quienes no soportamos. Quizás hay personas que despierten nuestro odio o resentimiento entre nuestros superiores, colegas y subordinados. En casos extremos, incluso puede haber miembros de la familia íntima a los que no toleremos.

Por todo esto, no podemos vivir sin tener contacto con personas a quienes guardemos algún resentimiento o a quienes odiemos. Habrá por lo menos algunas ocasiones en que tengamos que reunirnos con ellas y nos veamos obligados a hablar con ellas.
Si sentimos resentimiento y odio, la otra parte naturalmente llegará a albergar sentimientos semejantes y sufriremos aún más.


de   108 pensamientos budistas

Separación,de Seres Queridos: El quinto de los Ocho Sufrimientos



Si alguno de ustedes preguntara qué es lo más triste para los seres humanos, encontraría que es la separación de aquellas personas a las que amamos. Si se trata sólo de una separación temporal, sabemos que volveremos a encontrarnos. Aun si no podemos tener la seguridad de un encuentro, mientras la otra persona esté viva, podemos esperar que algún día nos volvamos a ver.
Sin embargo, si la separación de la persona es para siempre, por la muerte de la persona, el sufrimiento se vuelve insoportable.
Por esta razón, Shakyamuni listó “el sufrimiento por la separación del ser amado” como el quinto de los Ocho Sufrimientos”.

Por otra parte, todo mundo desea una vida más larga, aunque sea sólo por un día más; pero mientras más viva, es más probable que sus seres amados mueran uno por uno. Así terminará sufriendo más.

Si el proceso de separación es ordenado, de modo que las personas mayores sean las primeras en morir, de alguna manera lo soportamos; pero, si sucede en el orden inverso, de modo que nos separemos primero de los más jóvenes, el sufrimiento es indescriptible.
Por todo esto, la realidad de la vida humana es que no se puede seguir pensando que, si uno muere tempranamente, no habrá necesidad de sufrir.


de  108 pensamientos budistas

La Muerte: el cuarto de los Ocho Sufrimientos


Si yo dijera, “La tasa de mortalidad humana es del cien por ciento”, probablemente todos pensarían primero sobre esto y luego aceptarían que es verdad.
Todo mundo sabe bastante bien que algún día tiene que morir; sin embargo, considera que no será hoy o mañana y, por lo tanto, no se preocupa.

Sin hacer caso de cuánta gente muere en nuestro alrededor, si no se trata de nuestros parientes inmediatos, no nos afecta. Sin embargo, si alguien cercano a nosotros o si algún miembro de nuestra familia muere, el pánico se apodera de nosotros y nos lamentamos.
Cuando nosotros mismos nos acercamos a la muerte, podemos imaginarnos qué tan terrible es.
Por mucho que la odiemos o la temamos, no hay modo de evitar la muerte. Sin fallar jamás a la cita, nos llega a hurtadillas. Por eso debemos encararla de frente y debemos desde hoy esperar ese día con aprecio.


de: 108 pensamientos budistas

La Enfermedad: el tercero de los Ocho Sufrimientos




Desde que nació el primer ser humano hasta el presente, una de las causas más grandes de sufrimiento ha sido, sin duda, la enfermedad. Aun hoy en día, en que ha habido tantos desarrollos en la medicina, no hay nadie que no se enferme alguna vez en su vida.

Sin duda, si se tiene la seguridad de que la enfermedad puede ser curada, no necesita uno espantarse; pero cuando pensamos que puede eventualmente causar la muerte, la enfermedad acarrea no sólo sufrimientos físicos, sino también mentales.

Entre las religiones, algunas cautivan a la gente, alegando que curan las enfermedades sin acudir a un tratamiento médico.

Hay un dicho, “La enfermedad se origina en la mente”. Existe pues alguna posibilidad de que una enfermedad pueda ser curada por el poder mental. Sin embargo, si todas las enfermedades pudieran ser curadas completamente, los doctores y los medicamentos se volverían innecesarios. Para nuestra desdicha, parece absolutamente cierto que estas cosas no sucederán, ni siquiera en el futuro.

“Posiblemente haya dioses que puedan con las enfermedades, pero hay modos por los que salvarnos, sin ser curados.” Quizá podamos calmadamente con la enfermedad y, aunque enfermos, podemos buscar la serenidad.


de: 108 pensamientos budistas

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La Vejez: el segundo de los Ocho Sufrimientos




Desde el momento en que nacemos, todos los Desde que nació el primer ser humano hasta el seres vivientes, sin excepción, nos volvemos día a día  más viejos.

Todos nos hacemos viejos.
Aunque pensemos, “Todavía soy joven”, las arrugas no tardarán en aparecer en las orillas de nuestros ojos, los dientes empezarán a caerse, nuestros ojos perderán su agudeza y nuestra memoria gradualmente se irán desvaneciendo.

Por viejo que me vuelva, si hubiera la garantía de que no moriré, por un rato al menos, la ancianidad no sería necesariamente odiosa; pero cuando caemos en la cuenta que paso a paso nos acercamos a la muerte sin poder evitarlo, el temor se va apoderando de nosotros.

Aun hoy en día, en que la expectativa promedio de vida de los japoneses, tanto hombres como mujeres, ha llegado a ser una de las más altas del mundo, nadie dirá “Ya basta”, al menos refiriéndose a sí mismo, ya que los deseos humanos son ilimitados.

A pesar de todo lo que hagamos y de que sea algo odioso para nosotros, con seguridad continuaremos envejeciéndonos en mente y en cuerpo. Por eso no debemos ignorar que nos hacemos viejos, sino debemos enfrentarlo y pensar cómo vivir más intensamente cada día de nuestra existencia.


de   108 pensamientos budistas
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El nacimiento: el primero de los ocho sufrimientos



Entre las ocho clases de sufrimiento del hombre, la primera que aparece es el nacimiento. ¿Por qué se considera el nacimiento un sufrimiento?

El dicho umi no kurushimi significa “sufrimiento de dar a luz”. Entiendo que cuando nace un bebé, el sufrimiento de la madre sobrepasa nuestra imaginación. Pero lo que se señala aquí es que “haber nacido” crea la causa para que después el infante experimente todo el sufrimiento al que deberá enfrentarse en su vida.

Si no nacemos como seres humanos, ciertamente no experimentaremos los sufrimientos de la humanidad.
Por eso hay quienes, en medio de sus sufrimientos, se lamentan, “Si la vida humana es tan penosa, deseo no haber nacido”.

Si el sufrimiento llega a ser en verdad insoportable, uno podría incluso llegar a pensar en acortar su propia vida por un acto voluntario.

Sin embargo, por dolorosa que parezca ser la vida, si cambiamos nuestro punto de vista, podemos incluso convencernos de que es bello haber nacido. Llevar a la gente a pensar así es una enseñanza muy importante del Budismo.



de   108 pensamientos budistas
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Virtudes necesarias -Lao Tsé



Sin reserva y desapego, no hay manera de clarificar la virtud; 
sin estabilidad y calma, no hay manera de ir lejos. 
Sin amplitud y magnanimidad, no hay manera de abarcarlo todo; 
                          sin rectitud y justicia, no hay manera de sentar juicios.

Experiencias espirituales -Sri Swami Sivananda


Más y más desapego y discernimiento,
Más y más anhelo de liberación,
Paz, alegría, satisfacción,
Valentía, equilibrio mental,
Brillo en los ojos, buen aroma en el cuerpo,
Hermosa apariencia, voz dulce y poderosa,
Maravillosa salud, energía, vigor y vitalidad,
Liberación de enfermedad, pereza y depresión,
Liviandad del cuerpo, alerta de la mente,
  Aversión hacia las conversaciones mundanas y la compañía mundana,

Sentimiento de la presencia de Dios en todas partes,
Amor por todas las criaturas,
Sentimiento de que todas las formas son del Señor,
De que el mundo es Dios Mismo,
Ausencia de Ghrina o disgusto hacia criatura alguna,
Incluso hacia aquellos que te desprecian o insultan,
Fuerza mental para soportar insulto e injuria,
Y para enfrentar peligros y calamidades
Son algunas de las experiencias espirituales preliminares.
Esto indica que estás avanzando rápidamente por el sendero espiritual.

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Las dos personas -Sogyal Rinpoche



Dos personas han vivido en usted durante toda su vida. Una es el ego, exigente, histérico, calculador; la otra es su ser espiritual oculto, cuya queda voz de sabiduría rara vez ha oído o atendido.

A medida que vaya escuchando cada vez más las enseñanzas, las contemple y las integre en su propia vida, su voz interior, su sabiduría innata para discernir lo que en budismo denominamos "percepción selectiva", despertará y se irá fortaleciendo, y empezará usted a distinguir entre su guía y las diversas, clamorosas y cautivadoras voces del ego.

Empieza a regresarle el recuerdo de su auténtica naturaleza, con todo su esplendor y confianza. Comprobará, en realidad, que ha descubierto en usted mismo su propio guía sabio, y conforme la voz de su percepción selectiva se vaya haciendo más y más fuerte y clara, empezará usted a distinguir entre la verdad de esa voz y los variados engaños del ego, y podrá escucharla con discernimiento y confianza.



Sogyal Rinpoche
El libro tibetano de la vida y de la muerte

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