Mah: Siempre que un pensamiento o emoción de deseo o de temor venga a su mente, simplemente apártese de él.
Int: Suprimiendo mis pensamientos y sentimientos provocaré una reacción.
Mah: Yo no estoy hablando de supresión. Solo niéguele la atención.
Int: ¿No debo hacer uso del esfuerzo para detener los movimientos de la mente?
Mah: No tiene nada que ver con el esfuerzo. Solo apártese, mire entre los pensamientos más bien que a los pensamientos. Cuando a usted le acontece caminar en medio de una multitud, usted no lucha con cada hombre que se encuentra —usted encuentra su camino entre ellos.
Int: Si uso mi voluntad para controlar la mente, ello solo fortalece al ego.
Mah: Por supuesto. Cuando usted lucha, usted invita a la lucha. Pero cuando usted no resiste, usted no encuentra ninguna resistencia. Cuando usted se niega a jugar el juego, usted está fuera de él.
Int: ¿Cuánto tiempo me llevará liberarme de la mente?
Mah: Puede llevarle un millar de años, pero en realidad no se requiere ningún tiempo. Usted tiene miedo de ser impersonal, del ser impersonal. Todo es muy simple. Apártese de sus deseos y temores y de los pensamientos que crean, y usted está inmediatamente en su estado natural. Todo lo que usted necesita es una seriedad verdadera. Aquí la voluntad es la obra. Si usted es sincero, usted la tiene. Después de todo, es una cuestión de actitud. Nada le detiene.
Int: ¿Nada de reacondicionar, cambiar o eliminar la mente?
Mah: Nada en absoluto . Deje a su mente en paz, eso es todo. No la siga. Después de todo, no hay ninguna cosa tal como la mente aparte de los pensamientos que vienen y van obedeciendo a sus propias leyes, no a las de usted. Ellos le dominan debido solo a que usted está interesado en ellos. Es exactamente como dijo Cristo, «No resistáis al mal». Al resistir al mal usted meramente lo fortalece.
Int: Sí, ahora veo. Todo lo que tengo que hacer es negar la existencia al mal. Entonces se esfuma. ¿Pero no se reduce eso a algún tipo de autosugestión?
Mah: La autosugestión está en plena operación ahora, cuando usted se piensa a usted mismo como una persona atrapada entre el bien y el mal. Lo que le estoy pidiendo a usted que haga es que le ponga fin, que despierte y vea las cosas como son.
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