Con tus constantes gimoteos no consigues más que afligirte. Es hora de que alises las arrugas de tu corazón y simplemente te sientes durante media hora: ¡haz borrón y cuenta nueva! Así, a la luz de la verdad original, te encontrarás con tu auténtico rostro.
Es importante que te olvides de ti. Si consideras tus propios asuntos como lo más importante que hay, te separarás de la totalidad de las cosas y te precipitarás en lo más hondo del infierno. Tu deriva empieza en el momento en que te separas del resto del universo. Tus asuntos privados te parecen tan importantes sólo porque te niegas a comprender que nada te separa del resto del universo.
Lo importante es que te liberes de esas opiniones de persona corriente que te separan de la realidad de las cosas. Tienes que ablandar tu testarudez para recuperar una mente recta y flexible.
Los seres sufrientes corren tras las cosas sin conocerse a sí mismos. Es el error de pensar que las cosas existen separadas de nosotros, en eso consiste nuestra ilusión. En realidad todas las cosas del universo están ligadas indisolublemente. Puesto que soy uno con el universo, todo lo que se encuentra ante mí es una forma de mí mismo.
Vivir sin ego significa olvidarse de sí mismo. Desaparece así la sutura entre tu y las cosas y aquello que tomabas por “ti mismo” se expande sin límites.
Contempla por una vez el mundo dando un giro de 180 grados a tu perspectiva habitual. De esta manera sintonizas tu cuerpo en la frecuencia del universo. Vive con el universo, muere con el universo. Si eres uno con el universo, tu nacimiento no es realmente tu nacimiento ni tu muerte es realmente tu muerte.
Que las cosas son como son significa que en el universo no hay la menor elaboración ni ornamentación.
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