El Maestro dijo – Mucha gente aprovecha el fin de semana largo para irse a otro lado. Buscan descanso y relajación para luego volver renovados a las obligaciones cotidianas. Pero ¿consiguen eso que buscan o consiguen todo lo contrario? Las rutas atiborradas de autos y los centros turísticos llenos de gente parecen generar más stress que relajación. Por eso, nosotros que nos quedamos, tenemos la oportunidad de venir a la plaza a practicar y recargarnos de energía.
-¿Qué significa tener una mejor calidad de vida? – preguntó el Maestro.
- Comer bien…estar en contacto con la naturaleza – respondieron algunos alumnos.
- Hay una idea distorsionada de la calidad de vida – continuó el Maestro. – La mayoría de la gente asocia la calidad de vida con tener más, con el lujo, la complejidad y la abundancia de bienes materiales. En cambio, yo creo que la calidad de vida se mide por la simpleza. Las cosas simples en general son mejores que las más complejas. La comida sencilla es mejor y más sana que la muy elaborada. Lo mismo pasa con los demás bienes materiales. Los autos de hoy son muy rápidos y cómodos, pero duran muy poco. Los autos de antes eran más simples, fáciles de mantener y duraban más. Una bicicleta es bien simple y, si se la cuida bien, puede tener una vida útil de más cien años.
- Con la mente ocurre lo mismo. Cuanto más simple, menos preocupaciones y mejor calidad de vida. Además, una mente simple está mejor preparada para enfrentar y resolver problemas.
-Cuando uno pregunta a la gente si quieren ser mejores, si quieren ser como Buda, todos dicen que sí con entusiasmo. Pero a la hora de hacer el esfuerzo muy pocos de los que dijeron que sí, se quedan.
- Maestro, muchos de nosotros queremos ser mejores, pero nos falta compromiso con nosotros mismos y con los demás – dijo una alumna – Creemos que nunca vamos a poder ser como el Buda porque esa parece auna meta muy lejana y, como es mucho trabajo, desertamos pensando que eso es sólo para los iluminados y no para nosotros.
- Esa forma de pensar no ayuda – dijo el Maestro. – Si uno quiere mejorar, se puede. La forma de mejorar, de subir la escalera hacia la Iluminación, es de a un peldaño por vez, sin preocuparnos por cuántos peldaños faltan. Esto tiene que ver con el control de la codicia y el egoísmo. Si queremos llegar a mantener una posición difícil durante media hora – el Maestro muestra un movimiento de la primera parte de la forma-, tenemos que ir avanzando de a un minuto por semana, sin pensar en todos los minutos que nos quedan por delante. Lo importante es ese minuto que estamos tratando de conquistar.
- Maestro, también es necesario aceptar el dolor de uno mismo ¿no?– dijo un alumno.
- Claro – respondió el Maestro. – Aceptar el dolor permite avanzar más rápido. Se pierde mucha energía huyendo del dolor. Es mejor aceptarlo y utilizar toda nuestra energía para seguir adelante. Para tener una mejor calidad de vida hay que controlar la codicia y el egoísmo. Hay que ser simples; en nuestra forma de pensar, vestir, comer, consumir y comunicarnos.
fuente: chengming.com.ar
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