¿Qué significa “ayudar”? Chao Piao Sheng



-¿Cuánto tiempo pasa entre la muerte y la siguiente reencarnación?-.

-Eso depende de cada uno, de su karma y de su afinidad con otras almas–respondió el Maestro. -Uno nace dentro de una familia y dentro de una comunidad con la que tiene afinidad y con la que pueda pagar su karma. A veces un alma reencarna en una familia equivocada y entonces, al poco tiempo, vuelve a irse. Es el caso de algunos embarazos que no llegan a término o el de bebés saludables que fallecen al poco tiempo de haber nacido. Los padres sufren lo que sienten como una pérdida sin sentido, pero seguramente lo que pasó es que ese bebé había nacido en el lugar equivocado. Uno nace en una familia en la que todos tienen que pagar un karma parecido.

-También hablamos sobre cómo cambiar el destino. ¿Cómo se hace para cambiar el destino?

Este brote -el Maestro señala el mismo brote de palmera del que habló la semana pasada -que crece acá, en un sitio tan desfavorable ¿puede cambiar su destino?. No, los únicos que podemos cambiar nuestro destino somos los humanos. Incluso podemos cambiar el destino de este brote. Movidos por la misericordia, podemos sacar este brote con una pala y ponerlo en una maceta y cuidarlo y nutrirlo para que se desarrolle. La manera de cambiar el destino es abriendo el corazón y ayudando. Allí donde estemos, ayudar a quienes necesiten ayuda. Porque la ayuda que brindamos no sólo levanta al que la recibe; nos levanta a nosotros a un nivel superior.

-Maestro, cuando fuimos a San Pedro y fuimos testigos de la pelea entre los perros grandes y el perro chico, usted nos dijo que a veces no conviene intervenir en situaciones así para no interferir en el karma de los involucrados. Si ahora sacamos este brote de palmera y lo llevamos a un sitio más favorable ¿no estaríamos interfiriendo también? – preguntó Gastón.

-Es una pregunta muy buena, porque nos lleva a pensar cuál es la ayuda realmente efectiva. Imaginemos a una persona muy pobre que despierta nuestra misericordia y deseo de ayudar. Primero tendríamos que darle de comer, porque con el estómago vacío no se puede hacer mucho. Si nuestra ayuda terminara ahí, no sería una ayuda efectiva. Sólo estaríamos postergando el pago de su karma. La forma correcta de ayudar es, luego de darle de comer, tratar de educar a esa persona para pueda autosostenerse y, a partir de ahí, ser capaz de ayudar a otros. A través de la educación y la práctica esa persona puede cambiar su destino y puede ayudar a cambiar el de sus semejantes. Se genera así una cadena de amor muy potente. Pero ese proceso de educación exige esfuerzo y muchísima paciencia. Hay que ser pacientes y seguir predicando buenas palabras y buenas acciones porque, a pesar de la adversidad, al final siempre dan sus frutos.


fuente: chengming.com.ar
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