La gente va por ahí existiendo a base de racionalizaciones.
-Estoy enamorado de mi caballo –le dijo el paciente preocupado al psiquiatra.
-Eso no es grave –replicó el psiquiatra-. Mucha gente ama a los animales. Mi esposa y yo tenemos un perro al que queremos muchísimo.
-Ah, doctor, ¡pero es que lo que siento por mi caballo es atracción física!
-Ya... -dijo el psiquiatra-. ¿Qué clase de caballo es? ¿Es un potro o una yegua?
-¡Una yegua, desde luego! –respondió el paciente-. ¿Es que cree que soy marica?
Siempre puedes echar mano de algo para defenderte.
Puedes defender tu estupidez, tu enfermedad, tu neurosis.
Puedes defender el estado en que te hallas.
Puedes defender tu sufrimiento y tu miseria. La gente defiende sus infiernos con denuedo, no quieren salir de ellos.
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