No siempre es fácil ser compasivo-Joseph Goldstein
“… ni tanto como querríamos, ni tan siquiera como creemos serlo. No nos gusta abrirnos a nuestro propio dolor y no deseamos necesariamente abrirnos al dolor de los demás.
El ser capaz de abrirse a las emociones difíciles que percibimos e iluminar aquellas que permanecen ocultas requiere práctica, y puede que varias prácticas diferentes. Pero con atención plena, nuestros corazones se convierten en lo bastante espaciosos como para albergar emociones dolorosas, sentirlas y dejarlas marchar. Y cuanto más atentos y conscientes llegamos a ser de nuestras propias dificultades físicas o emocionales, tanta más fuerza, valor y visión profunda tenemos para estar con el sufrimiento de otros”.
Del libro “Un corazón plena de paz”
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