Es muy fácil ser bueno con los demás cuando la vida nos sonríe y los demás son buenos con uno y hacen y dicen justo lo que esperamos y lo que queremos.
Mas ¿qué pasa cuando eso no sucede?
Es ahí donde se nota la verdadera entraña de cada uno de nosotros. ¿Seguimos siendo buenos? ¿O arañamos a quien tenemos enfrente sólo porque no son lo que queremos ni esperábamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario