Si nos identificamos con los padecimientos ajenos, es que nos identificamos,
mecánica yoica, con los propios padecimientos.
Si nos identificamos con otro y su sufrimiento, llamamos sufrimiento a lo que es ignorancia, sentimentalismo y robo de espacio a la lucidez.
Llamamos hacerse cargo de uno mismo, a la unificación de pensamiento, sentimiento y comportamiento (hechos).
En cuanto uno escoge, se equivoca por el simple hecho de escoger. Escoger es
discriminación. En cada Instrucción está Todo. Si practicas en cada instante, eres tu mismo: actualizas la Verdad y eres el Universo. Cada vez que actualizamos los deseos, las diferencias (ámbito del yo), mandan las diferencias.
El hecho de creer que se puede elegir, destroza la Realidad y el Universo y destroza la interrelacionabilidad de la Mente. De ahí que hablar de roles sociales o institucionales (ama de casa, médico, arquitecto...) no tiene sentido, desde el punto de vista de la Realidad Total. Quiere decirse que no tenemos opciones.
Las creencias (falsas realidades) nos matan la mente Única.
¿Cómo sostener la mente Única?. La respuesta es: Practicando. Practicar es no trocear la realidad. Para hacerlo, hay que no hacerlo, porque Todo está hecho: consciencia normal de lo que se presenta.
Uno lo tiene todo, cuando no quiere nada. El que quiere algo, elige.
Cada vez que queremos algo, la Instrucción conducente y apropiada consiste en vaciar nuestra mente con la Práctica.
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