Cuando nos parece que nos hemos desapegado de lo convencional y vuelve a aparecer el apego, hemos de caer en la cuenta y ver con claridad que la cuestión principal no es no retroceder, sino "no detenernos".
Practicar, dar un paso atrás y no detenerse, puede parecer contradictorio, más no lo es, la cuestión está en "no detenerse".
Es a la superestructura yoica dualista a la que le resulta contradictorio lo de Practicar, dar un paso atrás y no detenerse.
Si nos detenemos, si nos dejamos coger por las Autodefensas del Yo, nos sentiremos culpables y por lo tanto desanimados de nuestra Práctica, por lo que sufriremos de impotencia, de flojera y de perfeccionismo.
Podemos estar minutos, horas, días, meses, años. Dando otra vez vueltas a todos nuestros padeceres, inútilmente o mejor expresado, siendo utilizados de nuevo por el robot del pensamiento vulgar para que se reactive la mecánica de la superestructura condicionada e ignorante.
El Yo se hace la víctima ante el fracaso que supone para el personaje que descubramos que por creer que los apegos, cuando no aparecen es que ya no volverán a reaparecer.
Este razonamiento proyectivo, por lo tanto Egótico, por lo tanto Irreal y Falso, no puede preveerlo, desde su Limitación, cuando reaparece , en este caso el apego, el automatismo se bloquea y tenderá al bloqueo de lo que cree su propiedad, nuestro Cuerpo-mente (que por cierto ni es propiedad del Yo ni siquiera nuestra).
Si sucede todo esto, nos falta Experiencia y habremos de Practicar más y Pedir Ayuda sin más preocupación. El Camino es largo; dura toda la Vida.
Cuando hay suficiente Experiencia se sabe que hay avances y retrocesos; que la única manera de continuar el Camino es no deteniéndose en historietas Yoico- Macabras de distracción destructiva y que el Apego a lo convencional es propio de la mente idiotizada, enajenada pero lo mismo que el Apego a la idea o deseo de la "solución total de todo apego de una vez para siempre".
Si hay exceso de quietismo, podemos paralizarnos y si hay esfuerzo excesivo nos agotaremos. Como el mismo Sakyamuni dice. "Si las cuerdas del instrumento están demasiado flojas o demasiado tensas no habrá música justa". También nos dice "Si la cuerda de la cometa es mucha, la cometa se irá a tierra. Si la cuerda que se la da, es poca, también caerá".
La Vía del Corazón, el Camino del Zen se llama también Vía o Camino Medio", no queriendo esto decir "la media aritmética" ni "la síntesis". Sino que abarcando los extremos (antagonismo conceptual) los sobrepasa en una Nueva Experiencia.
El Camino se va haciendo Practicando Continuamente, estando en el Intento, con distracciones incluidas, con Todo, con Nada. Si estamos continuamente en el Intento, Ello guía y por donde nos lleva, ese es el Camino Medio que es también no detenerse.
No detenerse implica quietud unas veces, movimiento otras, ya sea despacio o rápido. Lo que pida cada actualidad. Cada situación actualiza al Practicante como Unidad Cuerpo-Mente-Mundo-Cosmos.
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