Saber que Usted no sabe, es Verdadero Conocimiento-Sri Nisargadatta Maharaj


Mah: Yo me conozco a mí mismo como yo soy —atemporal, aespacial, acausal. A usted le acontece que no sabe —pues usted está absorbido en otras cosas.

Int: ¿Por qué estoy tan absorbido?
Mah: Debido a que usted está interesado.

Int: ¿Qué me hace interesado?
Mah: El temor del dolor, el deseo del placer. Lo agradable es el final del dolor y lo penoso el fin del placer. Ambos rotan en sucesión inacabable. Investigue el círculo vicioso hasta que se encuentre a usted mismo más allá de él.


Int: ¿No necesito su gracia para que me lleve más allá?
Mah: La gracia de su Realidad Interior está atemporalmente con usted. Su misma petición de gracia es un signo de ello. No se preocupe por mi gracia, pero haga lo que se le dice. La prueba de la seriedad es el hacer, no la espera de la gracia.

Int: ¿Sobre qué tengo que ser serio?
Mah: Investigue asiduamente todo lo que se cruza en su campo de atención. Con la práctica el campo se expandirá y la investigación se profundizará, hasta que devenga espontánea e ilimitada.

Int: ¿No está usted haciendo de la realización el resultado de la práctica? La práctica opera dentro de las limitaciones de la existencia física. ¿Cómo puede dar nacimiento a lo ilimitado?
Mah: Por supuesto, no puede haber ninguna conexión causal entre la práctica y la sabiduría. Pero los obstáculos a la sabiduría son profundamente afectados por la práctica.

Int: ¿Cuáles son los obstáculos?
Mah: Las ideas y los deseos erróneos que conducen a las acciones erróneas, causan disipación y debilidad de mente y de cuerpo. El descubrimiento y el abandono de lo falso, suprime lo que impide que lo real entre en la mente.

Int: Yo puedo distinguir dos estados de mente: «yo soy» y «el mundo es»; surgen y se sumergen juntos. Las gentes dicen: «yo soy, debido a que el mundo es». Usted parece decir: «El mundo es, debido a que “yo soy”». ¿Cuál es el verdadero?
Mah: Ninguno de ambos. Los dos son uno y el mismo estado, en el espacio y el tiempo. Más allá, hay lo atemporal.

Int: ¿Cuál es la conexión entre el tiempo y lo atemporal?
Mah: Lo atemporal conoce el tiempo, el tiempo no conoce lo atemporal. Toda consciencia está en el tiempo y para ella lo atemporal aparece no consciente. Sin embargo es lo que hace la consciencia posible. La luz brilla en la obscuridad. En la luz la obscuridad no es visible. O bien, usted puede ponerlo al revés —en el océano sin límites de la luz aparecen las nubes de la consciencia— obscuras y limitadas, perceptibles por contraste. Éstos son meros intentos de expresar en palabras algo muy simple, y sin embargo enteramente inexpresable.

Int: Las palabras deben servir como un puente para cruzar.
Mah: Las palabras se refieren a un estado de la mente, no a la realidad. El río, las dos orillas, el puente a través —todos éstos están en la mente. Las palabras solo no pueden llevarle a usted más allá de la mente. Debe haber el inmenso anhelo de la verdad, o la fe absoluta en el Gurú. Créame, no hay ninguna meta ni ninguna vía para alcanzarla. Usted es la vía y la meta, no hay nada más que alcanzar excepto usted mismo. Todo lo que usted necesita es comprender y la comprensión es el florecimiento de la mente. El árbol es perenne, pero la floración y la fructificación vienen en su estación. La estaciones cambian, pero no el árbol. Usted es el árbol. Usted ha producido innumerables ramas y hojas en el pasado y usted puede producirlas también en el futuro —sin embargo usted permanece. Usted debe conocer no lo que fue o lo que será, sino lo que es. El suyo es el deseo que crea el universo. Conozca el mundo como su propia creación y sea libre.

Int: Usted dice que el mundo es el hijo del amor. Cuando yo sé los horrores de los que el mundo está lleno, las guerras, los campos de concentración, las explotaciones inhumanas, ¿cómo puedo reconocerlo como mi propia creación? Por muy limitado que yo sea, no podría haber creado un mundo tan cruel.
Mah: Encuentre a quién aparece este mundo cruel y usted sabrá por qué parece tan cruel. Sus preguntas son perfectamente legítimas, pero no pueden responderse a menos de que usted sepa de quién es el mundo. Para descubrir el significado de una cosa usted debe preguntar a su hacedor. Y yo le digo: usted es el hacedor del mundo en el que usted vive —solo usted puede cambiarlo, o deshacerlo.

Int: ¿Cómo puede decir usted que yo he hecho el mundo? Apenas lo conozco.
Mah: No hay nada en el mundo que usted no pueda conocer, cuando se conoce a usted mismo. Al pensar que usted es el cuerpo, usted conoce el mundo como una colección de cosas materiales. Cuando usted se conoce a usted mismo como un centro de consciencia, el mundo aparece como el océano de la mente. Cuando usted se conoce a usted mismo como usted es en realidad, usted conoce el mundo como usted mismo.

Int: Todo eso suena muy bonito, pero no responde a mi pregunta. ¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?
Mah: Si usted se mantiene aparte, solo como observador, usted no sufrirá. Usted verá el mundo como un espectáculo, un espectáculo muy entretenido ciertamente.

Int: ¡Oh, no! Yo no aceptaré esta teoría de lila. El sufrimiento es demasiado agudo y omnipenetrante. ¡Qué perversión —entretenerme en el espectáculo del sufrimiento! ¡Que Dios tan cruel está usted ofreciéndome!
Mah: La causa del sufrimiento está en la identificación del perceptor con lo percibido. De ella nace el deseo y con el deseo la acción ciega, de resultados imprevisibles. Mire usted alrededor y verá —el sufrimiento es una cosa hecha por el hombre.

Int: Si un hombre creara solo su propia aflicción, yo estaría de acuerdo con usted. Pero en su locura hace que otros sufran. Uno que sueña tiene su propia pesadilla privada y nadie sufre excepto él mismo. ¿Pero qué tipo de sueño es el que arruina las vidas de otros?
Mah: Las descripciones son múltiples y contradictorias. La realidad es simple —todo es uno, la armonía es la ley eterna, nadie obliga a sufrir. Es solo cuando usted intenta describir y explicar, cuando las palabras le faltan.

Int: Recuerdo que Gandhiji me decía una vez que el Sí mismo no está sujeto a la ley de la no violencia (ahimsa). El Sí mismo tiene la libertad de imponer el sufrimiento a sus expresiones a fin de enderezarlas.
Mah: En el nivel de la dualidad puede ser así, pero en la realidad solo hay la fuente, obscura en sí misma, que hace que todo brille. Ella misma no percibida, causa la percepción. Ella misma no pensable, causa el pensamiento. Ella misma no ser, da nacimiento al ser. Ella es el trasfondo inmutable del movimiento. Una vez que usted está ahí usted está en casa por todas partes.

Int: Si yo soy eso, ¿entonces qué me hizo nacer?
Mah: La memoria de los deseos pasados no cumplidos absorbe energía, que se manifiesta a sí misma como una persona. Cuando su carga se agota, la persona muere. Los deseos no cumplidos son trasladados al siguiente nacimiento. La identificación de sí mismo con el cuerpo crea siempre deseos nuevos y no hay ningún fin para ellos, a menos que este mecanismo de esclavitud se vea claramente. Es la claridad la que libera, pues usted no puede abandonar el deseo, a menos que sus causas y efectos se vean claramente. Yo no digo que renazca la misma persona. La persona muere, y muere de una vez por todas. Pero sus recuerdos, sus deseos y temores permanecen. Éstos aportan la energía para una nueva persona. Lo real no toma ninguna parte en ello, pero lo hace posible dándole la luz.

Y mientras uno es consciente, habrá dolor y placer. Usted no puede luchar contra el dolor y el placer en el nivel de la consciencia. Para ir más allá de ellos, usted debe ir más allá de la consciencia, lo cual solo es posible cuando usted mira a la consciencia como algo que le acontece a usted y que no es de usted, como algo externo, ajeno, sobreimpuesto. Entonces, repentinamente, usted es libre de la consciencia, realmente solo, sin nada intruso. Y eso es su verdadero estado. La consciencia es una erupción urticante que hace que usted se arrasque. Por supuesto, usted no puede salir de la consciencia porque la idea misma de salir está en la consciencia. Pero si usted aprende a observar su consciencia como una suerte de fiebre, personal y privada, en la que usted está encerrado como un pollito en su cascarón, de esta actitud misma vendrá la crisis que romperá el cascarón.

Int: El Buddha dijo que la vida es sufrimiento.
Mah: Debe haber querido decir que toda consciencia es penosa, lo cual es evidente.

Int: ¿Y la muerte ofrece liberación?
Mah: El que cree de sí mismo que ha nacido tiene muchísimo miedo de la muerte. Por otra parte, para el que se conoce a sí mismo verdaderamente, la muerte es un acontecimiento feliz.

Int: La tradición Hindú dice que el sufrimiento lo trae el destino y que el destino es merecido. Mire las inmensas calamidades, naturales o hechas por el hombre, inundaciones y terremotos, guerras y revoluciones. ¿Podemos atrevernos a pensar que cada uno sufre por sus propios pecados, de los cuales puede no tener ninguna idea? Los billones que sufren, ¿son todos ellos criminales justamente castigados?
Mah: ¿Debe uno sufrir solo por sus propios pecados? ¿Están realmente separados? En este vasto océano nosotros sufrimos por los pecados de otros, y hacemos que otros sufran por nuestros pecados. Por supuesto, la ley del equilibrio gobierna supremamente y finalmente las cuentas cuadran. Pero mientras la vida dura, nosotros nos afectamos profundamente unos a otros.

Int: Sí, como dice el poeta: «Ningún hombre es una isla».
Mah: Detrás de toda experiencia está el Sí mismo y su interés en la experiencia. Llámelo deseo, llámelo amor —las palabras no importan.

Int: ¿Puedo yo desear el sufrimiento? ¿Puedo buscar deliberadamente el dolor? ¿No soy yo como un hombre que se ha hecho un mullida cama con la esperanza de una buena noche de sueño y entonces es visitado por una pesadilla y se agita y grita en su sueño? Ciertamente, no es el amor el que produce las pesadillas.

Mah: Todo sufrimiento es causado por el aislamiento egoísta, por la insularidad y la codicia. Cuando la causa del sufrimiento se ve y se suprime, el sufrimiento cesa.
Int: Yo puedo suprimir mis causas de aflicción, pero los demás se quedarán sufriendo.

Mah: Para comprender el sufrimiento, usted debe ir más allá del dolor y del placer. Sus propios deseos y temores le impiden a usted comprender y con ello ayudar a otros. En realidad no hay ningunos otros y ayudándose a usted mismo usted ayuda a todos los demás. Si usted es serio con los sufrimientos de la humanidad, usted debe perfeccionar el único medio de ayuda que usted tiene —usted mismo.

Int: Usted sigue diciendo que yo soy el creador, preservador y destructor de este mundo, omnipresente, omnisciente, omnipotente. Cuando medito sobre lo que usted dice, me pregunto a mí mismo: ¿cómo es que hay tanto mal en mi mundo?
Mah: No hay ningún mal, no hay ningún sufrimiento; la dicha de vivir predomina por todas partes. Mire como todo se aferra a la vida, cuan querida es la existencia.

Int: En la pantalla de mi mente las imágenes se suceden unas a otras en sucesión sin fin. No hay nada permanente en mí.
Mah: Tenga una mirada mejor hacia usted mismo. La pantalla está aquí —no cambia. La luz brilla constantemente. Solo la película se mueve y hace que las imágenes aparezcan. Usted puede llamar a la película —destino (prarabdha).

Int: ¿Qué crea el destino?
Mah: La ignorancia es la causa de la inevitabilidad.

Int: ¿Ignorancia de qué?
Mah: Ignorancia de usted mismo primeramente. También, ignorancia de la verdadera naturaleza de las cosas, de sus causas y efectos. Usted parece dar vueltas sin comprender y toma las apariencias por la realidad. Usted cree que usted conoce el mundo y a usted mismo —pero es solo su ignorancia lo que le hace decir a usted: yo sé. Comience con la admisión de que usted no sabe y vea a partir de ahí.
No hay nada que pueda ayudar al mundo más que el hecho de que usted ponga fin a la ignorancia. Entonces, usted no necesita hacer nada en particular para ayudar al mundo. Su ser mismo es una ayuda, haya acción o no acción.

Int: ¿Cómo puede conocerse la ignorancia? Conocer la ignorancia presupone el conocimiento.
Mah: Completamente acertado. La admisión misma: «yo soy ignorante» es el amanecer del conocimiento. Un hombre ignorante es ignorante de su ignorancia. Usted puede decir que la ignorancia no existe, pues en el momento en que es vista, ya no es. Por consiguiente, usted puede llamarla inconsciencia o ceguera. Todo lo que usted ve alrededor y dentro de usted es que usted no sabe y no comprende, sin saber siquiera que usted no sabe y no comprende. Saber que usted no sabe y no comprende es verdadero conocimiento, el conocimiento de un corazón humilde.

Int: Sí, Cristo dijo: bienaventurados los pobres de espíritu…
Mah: Póngalo como usted quiera; el hecho es que el conocimiento es solo de la ignorancia. Usted sabe que usted no sabe.

Int: ¿Acabará la ignorancia alguna vez?
Mah: ¿Qué hay de malo en no saber? Usted no necesita saber todo. Es suficiente saber lo que usted necesita saber. El resto puede cuidar de sí mismo sin que usted sepa cómo lo hace. Lo que es importante es que su inconsciente no trabaje contra lo consciente, que haya integración en todos los niveles. Saber no es tan importante.

Int: Lo que usted dice es correcto psicológicamente. Pero cuando se trata de conocer a los demás, de conocer el mundo, mi saber que yo no sé nada no es de mucha ayuda.
Mah: Una vez que usted está interiormente integrado, el conocimiento exterior viene a usted espontáneamente. En cada momento de su vida usted sabe lo que necesita saber. En el océano de la mente universal está contenido todo el conocimiento; es suyo a petición. La mayor parte de él, usted puede no necesitar saberlo nunca —pero de todos modos es suyo.

Como ocurre con el conocimiento, así ocurre con el poder.
Todo lo que usted siente que necesita hacerse, acontece infaliblemente. Sin ninguna duda, Dios atiende a esta tarea de dirigir el universo; pero Le contenta tener alguna ayuda. Cuando el ayudador es aegoísta e inteligente, todos los poderes del universo están a su disposición.

Int: ¿Incluso los poderes ciegos de la naturaleza?
Mah: No hay poderes ciegos. La consciencia es poder. Sea consciente de lo que se necesita hacer y se hará. Solo manténgase alerta —y en quietud. Una vez que usted alcanza su destino y conoce su naturaleza real, su existencia deviene una bendición para todos. Usted puede no saberlo, y el mundo puede no saberlo, pero la ayuda irradia. Hay gentes en el mundo que hacen mayor bien que todos los estadistas y filántropos juntos. Irradian luz y paz sin ninguna intención o conocimiento. Cuando otros les hablan sobre los milagros que han hecho, ellos también se llenan de pasmo. Pero, como no toman nada como suyo propio, no se enorgullecen ni están ávidos de reputación. Simplemente, son incapaces de desear nada para sí mismos, ni siquiera la alegría de ayudar a otros, pues saben que Dios es bueno y están en paz.

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