La virtud reside en lo que das, no en lo que recibes.
Por ello, cuando los sabios quieren ser valorados por otros, primero valoran a los demás; cuando quieren ser respetados por los demás, primero los respetan. Cuando quieren superar a otras personas, primero se superan a sí mismos; cuando quieren rebajar a los demás, primero se rebajan a sí mismos.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario