El resentimiento consiste en repetir, una y otra vez, un sentimiento persistente, doloroso provocado por un acontecimiento impactante, a base de hacer presente el pasado.
No tiene sentido tener resentimiento hacia uno mismo, ni hacia nada, ni hacia nadie que esté manejado por un Yo (esencialmente inexistente).
Uno puede observarlo y se liberará del resentimiento con la Práctica. Si le estamos viendo, podemos ya liberarnos, porque se disuelve el apego.
Aún si el sentimiento es condicionado y depende del Yo conduce a una realización efectiva: tenemos ganas de llorar, lloramos y nada más, sin los añadidos sentimentales que el Ego puede introducir en un acontecimiento como pueda ser la muerte de algún amigo querido. Sin novela.
Si el sentimiento está vacío de causa egótica, cabría decir incluso que se puede llegar a agredir a alguien, sin sentimiento de venganza. Caso de la defensa propia. Los animales se matan y comen y no dependen de sentimientos, rencores, venganzas... como los humanos.
Resulta difícil ver, sin intención, que se daña a otro. Uno no puede prolongarse en la mente del otro. Resulta discutible comprobar cuáles son las justificaciones de cada uno, porque no tienen la misma significación en el nivel superficial porque en el profundo, no hay interpretaciones, valoraciones ni juicios. En el nivel superficial de la mente, si hay juicios, valoraciones, interpretaciones...
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