Mah: Manténgase tranquilo, no perturbado, y la sabiduría y el poder vendrán por sí mismos. Usted no necesita ansiarlo. Espere en el silencio del corazón y de la mente. Es muy fácil estar tranquilo, pero quererlo es raro.
Usted quiere devenir un superhombre de la noche a la mañana. Permanezca sin ambición, sin el menor deseo, expuesto, vulnerable, no protegido, carente de certeza y solo, completamente abierto a la vida y dándole la bienvenida como se presenta, sin la interesada convicción egoísta de que todo debe aportarle a usted placer o provecho, ya sea material o supuestamente espiritual.
Int: Yo asiento a lo que usted dice, pero no veo cómo se hace.
Mah: Si usted sabe cómo hacerlo, no lo hará. Abandone todo intento, solo sea; no se esfuerce, no luche, deje que se vaya todo apoyo, aférrese a la ciega sensación de ser, barriendo todo lo demás. Esto es suficiente.
Int: ¿Cómo se hace este barrido? Cuanto más barro, tanto más aflora a la superficie.
Mah: Niegue su atención, deje que las cosas vengan y se vayan. Los deseos y los pensamientos son también cosas. No les haga caso. Desde un tiempo inmemorial el polvo de los aconteceres ha estado cubriendo el claro espejo de su mente, de modo que usted solo podía ver recuerdos. Barra el polvo antes de que tenga tiempo de sedimentarse; esto pondrá al descubierto las viejas capas hasta que sea descubierta la verdadera naturaleza de su mente. Es todo muy simple y comparativamente fácil; sea serio y paciente, eso es todo. El desapasionamiento, el desapego, el estar libre del deseo y del temor, de todo interés en sí mismo, la mera presenciación —libre del recuerdo y de la expectación —éste es el estado de mente en el que puede acontecer el descubrimiento. Después de todo, la liberación no es sino la libertad de descubrir.
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