El zen es la única religión en el mundo que enseña la iluminación súbita. Dice que la iluminación no requiere tiempo, puede suceder en una décima de segundo. En realidad así es. Puede que debas prepararte durante años, pero siempre que sucede, tiene lugar en una fracción de segundo. No ocurre gradualmente, ni en partes. No ocurre a veces un fragmento, luego otro y más tarde otro más...No creces en esa dirección lentamente. Se trata de un salto.
El término exacto proviene de la física: es un salto cuántico. Un salto repentino... y un instante después ya no eres el mismo; ha cambiado toda la consciencia.
Pero recuérdalo: requiere de una gran preparación.
No estoy diciendo que tengas que venir ante mí para que te dé un puntapié y suceda. Antes de que te dé un puntapié en la cabeza tendrás que haber taladrado hasta el final.
Cuando sólo queda el último núcleo, una pequeña resistencia, cuando estés al borde, entonces será cuando el puntapié te ayudará. Entonces bastará un puntapié y... ¡zas!
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