Int: Todo lo que yo quiero saber es cómo tratar los sufrimientos del mundo.
Mah: Usted los ha creado de sus propios deseos y temores, trate con ellos. Todo se debe a que usted ha olvidado su propio ser. Puesto que usted ha dado realidad a la imagen en la pantalla, usted ama a sus gentes y sufre por ellos y busca salvarlos. Eso no es así. Usted debe comenzar con usted mismo. No hay ninguna otra vía. Trabaje, por supuesto. No hay ningún mal en trabajar.
Int: Su universo parece contener toda experiencia posible. El individuo traza una línea a través de él y experimenta estados agradables y desagradables. Esto da lugar a la interrogación y a la búsqueda, lo cual amplía la visión y permite al individuo ir más allá de su mundo angosto y autocreado, limitado y egocéntrico. Este mundo personal puede ser cambiado —en el tiempo. El universo es atemporal y perfecto.
Mah: Tomar la apariencia por la realidad es un pecado grave y la causa de todas las calamidades. Usted es la presenciación —consciencia omnipenetrante, eterna e infinitamente creativa. Todo lo demás es local y pasajero. No olvide lo que usted es. Mientras tanto trabaje para contento de su corazón. El trabajo y el conocimiento deben ir mano a mano.
Int: Yo no tengo miedo de la muerte. Mi preocupación es la miseria y el sufrimiento. Mi Dios es un Dios simple y más bien impotente. No tiene ningún poder para obligarnos a ser sabios. Sólo puede estar y esperar.
Mah: Si usted y su Dios son ambos impotentes, ¿no implica eso que el mundo es accidental? Y si lo es, la única cosa que usted puede hacer es ir más allá de él.
Interlocutor: Sin el poder de Dios no puede hacerse nada. Ni siquiera usted estaría sentado ahí hablándonos sin Él.
Maharaj: Todo es Su obra, sin duda. ¿Qué importancia tiene para mí, puesto que yo no quiero nada? ¿Qué puede Dios darme o quitarme? Lo que es mío es mío y era mío incluso cuando Dios no era. Por supuesto, es una cosa muy pequeña, una mota —la sensación de «Yo soy», el hecho de ser. Éste es mi propio lugar, nadie me lo ha dado. La tierra es mía; lo que crece en ella es de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario