Érase una vez que había un hombre sobre una elevada montaña.
Tres viajeros, que pasaban a lo lejos, se fijaron en él...
Tres viajeros, que pasaban a lo lejos, se fijaron en él y empezaron a discutir sobre él.
Uno dijo:
-Probablemente ha perdido a su animal favorito.
-No, lo más seguro es que ande buscando a un amigo –terció otro.
-Está ahí arriba para disfrutar del aire puro –dijo el tercero.
Los tres viajeros no pudieron ponerse de acuerdo y continuaron discutiendo...
Y continuaron discutiendo hasta el momento en que llegaron a lo alto de la montaña.
Cuando llegaron junto al hombre que se hallaba allí, dejaron de discutir.
Uno de ellos preguntó:
-Amigo que estás encima de esta montaña, ¿has perdido a tu animal favorito?
-No, señor, no lo he perdido.
El segundo también preguntó:
-¿Has perdido algún amigo?
-No, señor, tampoco he perdido amigo alguno.
El tercero aventuró:
-¿Estás aquí sólo para disfrutar del aire puro?
-¿Entonces qué estás haciendo aquí, ya que has respondido negativamente a todas nuestras preguntas?