El último de los Ocho Sufrimientos es el sufrimiento que viene de lo que se designa como los cinco agregados.
Los cinco agregados son: forma, percepción, concepción, voluntad y conciencia.
El primero, la forma, significa el cuerpo humano. Los últimos cuatro son los elementos analíticos de las funciones de la mente humana.
En otras palabras, el ser humano es un compuesto de cinco elementos que se reúnen temporalmente. Más simplemente, un ser humano está compuesto de mente y cuerpo. De los dos mencionados, la mente es el elemento más complejo y puede desglosarse en cuatro agregados.
La mente entonces se combina con la forma para llegar a ser un ser humano.
Sufrimos porque cada uno de estos cinco elementos persigue sus objetivos y se consume a sí mismo vigorosamente. Para expresarlo con sencillez, la existencia humana por sí misma produce sufrimiento.
Si los humanos no tuvieran un cuerpo físico, no habría enfermedad, vejez o muerte. Además, si no existiera la función mental, desaparecería el sufrimiento causado por los distintos fenómenos de este mundo.
Sin embargo, ya que ambos existen en la realidad, sufrimos.
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